Don Avelino Toledano Retuerto,
párroco de la parroquia del Hermano San Rafael de Burgos, habla sobre las
posibilidades que ofrece la parroquia tanto a jóvenes como a adultos para participar
en actividades lúdicas y de otros tipos.
- ¿Qué formas tiene la parroquia de atraer a gente joven?
Tenemos varias actividades, como la
catequesis, lo más sugestiva posible; el CTL (Centro de Tiempo Libre) la tarde
de los domingos, donde se hacen actividades, juegos charlas… Después, hacemos convivencias
periódicas con los chavales y actividades con audiovisuales, principalmente.
- ¿Cuántos años llevan realizándose este tipo de actividades?
No sé exactamente. Llevamos haciendo
esto desde hace doce o catorce años, aproximadamente.
- ¿Ayudan las actividades de ocio a aumentar el número de personas que
participan en años posteriores?
Sí, pero no tanto a nivel de niños
como de monitores. Algunos niños cuando crecen y se hacen mayores se
‘enganchan’ para ser monitores. Es una forma de continuar en la parroquia.
- ¿Qué lugares de la parroquia se destinan para llevar a cabo estas
actividades?
Todo el sótano. Todas las salas, el
salón de actos, etc. Es un espacio bastante grande y nos permite hacer muchas
actividades, así que con esa planta tenemos suficiente. También, en verano,
hacemos juegos en la parte de fuera, en el parque, pero eso depende del tipo de
actividad que estemos haciendo y del tiempo que haga en la calle.
- Las personas que organizan las actividades, ¿son catequistas o hay
monitores?
Catequistas no. Son todos monitores.
Los catequistas se encargan de otro tipo de actividades, no de las de
entretenimiento.
- ¿Y cómo puede hacerse alguien monitor?
Por voluntariado. Pedimos que hayan
hecho, a ser posible, el curso de CTL, pero sin hacerlo también puedes ser
monitor. Tienes que ponerte en contacto con un sacerdote de la parroquia y
hacer una inscripción. Es muy sencillo. Básicamente, lo que tienes que tener
son ganas.
- ¿Los monitores tienen que tener un perfil determinado o se admiten a
todos?
No. Se admiten a todos los que se
quieren apuntar. El hecho de que alguien muestre interés por ser monitor ya
dice bastante a su favor, así que estamos encantados y aceptamos a todas las
personas que quieran venir. Siempre es mejor tener a más monitores por si surge
algún imprevisto.
- ¿Se está pensando en ampliar el abanico de actividades de ocio?
Sí, claro. Estamos tratando de hacer
campamentos, marchas…, en fin, estar abiertos a todo lo que haga falta.
Entendemos que con estas actividades, además de pasárselo bien, los chavales
aprenden cosas, así que cuanta más variedad haya, mejor.
- ¿Se va a hacer alguna ampliación en la parroquia con el fin de aumentar
el espacio para realizar estas actividades?
De momento, no. Tenemos suficiente
espacio en la planta baja de la parroquia para hacer juegos y todo lo que
necesitemos. Además, las actividades del Centro de Tiempo Libre se hacen en muchas ocasiones en el
parque, porque hay días en los que hacemos gincanas con los chavales, o juegos
muy dinámicos, y necesitan más espacio. Son actividades que se hacen mejor al
aire libre.
- ¿Cuál es el número aproximado de niños que pueden participar en los
juegos?
Ahora mismo estamos trabajando con
grupos de unos cuarenta chavales, que suele dar buen resultado. Si tienes a más
chicos en un grupo, haciendo todos el mismo juego, llega un momento en el que
no da tiempo a que todos participen, y lo que pretendemos es que todos se
diviertan y se lo pasen bien.
- ¿Entre qué edades tienen que estar estos niños?
Entre los seis y los catorce años.
Son los chicos que están entre el primer curso de catequesis de Comunión y el
año en el que se confirman. A partir de esa edad pueden seguir viniendo a las
actividades de la parroquia si lo quieren, pero ya no como uno de los chavales,
sino como monitor.
- ¿Cuáles son las actividades que más éxito tienen entre el público
joven?
Depende. Es que hay muchas
actividades. Unos días son de cine, otros días son de concursos, otras veces
hay bingo, otros días son de disfraces… Hay muchas actividades y son muy
diversas, muy variadas. También depende de lo que le guste a cada persona. Hay
chavales que se lo pasan mejor cuando hay actividades con audiovisuales y otros
disfrutan más con juegos de pintar, con juegos al aire libre, etc. Así que,
como tenemos tanta variedad, cada día hay juegos que les gustan más a unos que
a otros. No hay ninguna actividad que sobresalga por encima de las otras.
- ¿Los niños pueden proponer actividades o se realizan las que están
pensadas por los monitores?
No. Se hacen las que preparan los
monitores, que son los que están más al tanto y saben qué tipo de actividades
son mejores y cómo organizarlas.
- ¿Cree usted que había menos niños cuando comenzaron a realizarse los
juegos que actualmente?
Bueno, eso depende un poco de cada
año, pero, en general, el número es parecido. Igual hay más chicos ahora que
antes.
- Al igual que hay actividades para jóvenes, ¿hay actividades también
para un público más adulto?
Sí. Hay excursiones, fiestas, charlas
formativas… Tenemos una actividad de adoración nocturna en la que participa
mucha gente. También hay grupos parroquiales, diecisiete, para atender a los
ancianos, a los enfermos, el coro, las liturgias, la catequesis… tenemos
muchos.
- ¿Y tienen tanto éxito como las actividades juveniles?
Sí, viene bastante gente. Lo que pasa
es que en el caso de los adultos hay más incompatibilidades con los horarios.
Los chicos jóvenes no están tan agobiados y tienen más tiempo disponible para
venir a la parroquia.
- ¿Quién tomó la iniciativa para llevar a cabo estas actividades? ¿Por
qué?
La parroquia. Los sacerdotes. También
hemos estado abiertos a sugerencias que nos han hecho desde fuera. Lo que
queríamos, y queremos, es cubrir las necesidades del momento. Si veíamos que
había que atender a los ancianos, creamos el grupo de ancianos; si se veía que
hacían falta más catequistas, pusimos más catequistas. Todo depende de las necesidades
que vemos y de las posibilidades que tenemos para cubrirlas.
Carmen Baragaño
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